El sábado por la noche salí a "bailar" no por gusto ni nada, solo para hacerle el aguante a
Mondoke (un amigo que no podrá usar su tarjeta de amistad por un tiempo) debido a que a el tampoco le gustan ese tipo de lugares, pero como era el cumpleaños de su novia debió asistir a tal evento.
No me gustan los boliches por varias razones:
- No me gustan los lugares con demasiada gente.
- No me gusta la música que pasan.
- No se bailar y tampoco me gusta (por eso me sentía mas desubicado)
- La bebida que hace esos lugares mas tolerables (alcohol) era carisma.
- Y por sobre todas las cosas, en cada esquina había un chabon rompiéndole las pelotas a una mina.
La noche comienzo tranquila, cena show, pizzas muy ricas, pero el mozo aparecía por sorpresa a cada rato, y te hacia pegar cada cagazo, tenia ganas de putearlo ya.
El show fueron dos chabones y una mina bailando, no lo hacían mal pero los comentarios tipo "eh visto mejores pasos en una escalera" eran inevitables.
Un rato después strippers. No haré comentarios sobre las féminas. Solo voy a decir que pueden ser peor que un hombre.
Levantaron las mesas, se armo la joda, el baño hasta las pelotas, pero el asunto era rápido, como recién empezaba nadie se quedaba dormido en el baño, ni tenían tanto alcohol en el cuerpo como para ponerse a pelear con el cierre del pantalón.
Mas tarde nos enteramos que la consumision gratis era solo para la cena (me queria matar) asi que tuvimos que comprar la poca bebida que consumimos...(25 mangos una birra es un robo a mano armada)
Y luego de eso veo como algunos de mis amigos termina haciendo pogo con un albino (de sobrenombre "blanquito" amigo del grupo) Cuantas personas pueden contar eso y saber que es verdad?
Y en los últimos momentos, como ya no dábamos mas del aburrimiento con
mondoke, nos sentamos en un banco al lado del baño de hombres (ahora que lo pienso habremos parecidos medio gays, pero el aburrimiento nos superaba)
Compartimos algunos momentos con un chabon que no se como se llama, pero se que le dicen "la caja vengadora" (apodo que lo tiene bien merecido).
Y además de todo vimos a nuestro vendedor de videojuegos oficial (que se dio el lujo de cargarnos por tener cara de amargados)
Y luego emprendimos la retirada a los aposentos de
mondoke.
Y así se termina esta historia, que no se por que la cuento ya que no creo que a alguien le importe, en tanto yo voy a intentar olvidarla, pero debo recordar que si alguna vez lo vuelvo a repetir, tengo que llevar mucho mucho dinero.
